Primero hay que decir una cosa: es tremendo lo que está haciendo Jorge Lorenzo en su debut en MotoGP. Probablemente algo le pasaría a Dani Pedrosa, o a Valentino Rossi, o a Casey Stoner, o lo que sea. Pero nada de esto va con Lorenzo. Hablaba Jorge de Estoril como uno de sus circuitos malditos, en el que no había ganado nunca y con el que no se sentía cómodo. Y llega y se mete en el bolsillo otra pole sideral, la tercera, una victoria, la primera, y el liderato de MotoGP. Ahí es nada. Para hacer una valoración de todo esto pienso que es pronto, aunque él poco a poco va metiendo su nombre en las estadísticas históricas.
Eso ha sido Portugal, pero yo, tras la carrera, pensé en otra cosa. En Valentino Rossi. Sólo fue tercero, lleva siete GGPP sin ganar y ve cómo primero le machacaron entre Stoner, Pedrosa, Lorenzo y Dovizioso en Qatar, luego Pedrosa en Jerez, y ahora Lorenzo y de nuevo Pedrosa en Portugal. Mi reflexión fue por este lado. Ponemos de una parte sobre el tapete que Yamaha ha conseguido que la M1 sea una muy buena moto, probablemente la mejor en conjunto de la parrilla. Ha ganado mucho en velocidad punta como se vio con Toseland y Edwards este fin de semana una vez que recibieron el motor de válvulas, además de que la nueva electrónica les ha permitido ganar en manejabilidad en curva, estabilidad y aceleración en salida. O sea, el componente moto está. Para Rossi, su problema de 2007 fue principalmente Michelin, conjuntado con Yamaha. Solventado lo segundo, para lo primero renunció al paso a Bridgestone. De momento la cosa no parece ir, pero hay que tener un cuenta una cosa. Rossi contaba con que Jerez y Estoril serían para la marca francesa, y se conformaba (teóricamente) con un resultado honroso tipo podio. De hecho, un dato curioso es que Bridgestone eligió este año Estoril como circuito de pruebas (la Federación Internacional de Motociclismo ofrece la posibilidad a las marcas de neumáticos de elegir un circuito de pruebas, y normalmente se tiende a escoger el que peor te ha ido). Tanto Stoner, como Loris Capirossi o John Hopkins se quejaron ayer en sus boxes del pobre rendimiento de los neumáticos.
Si contamos con que sea cierto que Bridgestone no estuvo a la altura, y que sí que estuvo en su sitio Yamaha, todavía podemos pensar en factores ajenos a Rossi para que no ganase en un circuito en el que tiene unos fantásticos resultados. Le doy, digamos, ese beneficio de la duda. Ahora vamos al lío.
La Yamaha corre, con lo que ya no sufrirá como lo hizo el año pasado en las larguísimas curvas de Shanghai, escenario de la próxima prueba del Mundial. Esa excusa no debería aparecer. Todo el mundo sabe que ese circuito es tremendamente propicio para Bridgestone, con lo que pasado el territorio Michelin, nada raro debería pasar. Otro nuevo argumente que no debería tener que esgrimirse. Entonces sólo quedará una cosa (sin tener en cuenta posibles factores externos inesperados): el piloto, o sea, Valentino Rossi. El GP de China debería dar la medida de dónde está el Rossi 2008. Una de las muchas preguntas que allí se contestarán, esperemos.
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